Amor tóxico: 7 claves para identificar que una relación no es sana
Identificar una relación tóxica no es fácil, ya que una de sus características es precisamente la dependencia emocional que impide ver el problema. Si ya no te sientes cómodo con tu pareja gran parte del tiempo y tienes la intuición de que las cosas no van como deberían, puedes reflexionar sobre si vives una relación tóxica con las siguientes claves.
1.- Dependencia emocional
La dependencia emocional con frecuencia se encuentra en la base del amor tóxico. Suele aparecer inseguridad en la persona afectada, llegando a depender de la felicidad de su pareja para ser feliz y no darse cuenta de su adicción a ella.
Normalmente estas personas idealizan de forma desmesurada a la otra persona y no detectan ningún tipo de defecto, llegando a aceptar o justificar el maltrato emocional.
Si te sientes identificado con esto, analiza bien lo que está pasando, no tengas miedo a lo desconocido y trabaja en ti mismo. Esto ayudará a reforzar tu seguridad y podrás enfrentarte al problema de mejor forma.
Es necesario que haya una igualdad y respeto entre los dos miembros de la pareja. En caso de haber diferencias, hay que saber llegar a un acuerdo a través de la comunicación. Si un día decides hacer lo que le gusta a tu pareja, al día siguiente puedes hacer lo que te gusta a ti. De esta forma la autoestima de los dos se verá fortalecida y podrás encontrar un punto de encuentro en los conflictos que surjan.
Las relaciones sanas están construidas sobre la confianza mutua. Sin embargo, en una relación tóxica es todo lo contrario, siendo la falta de sinceridad la norma. Esto se puede reconocer en las indirectas, comentarios de desaprobación o frases hirientes y negativas. También se puede presentar en forma de celos y desconfianza. La víctima suele sentirse culpable permanentemente por la cantidad de reproches o recriminaciones.
Este punto puede llegar a ser crítico y desencadenar en algo mucho más grave, por lo que debes prestar mucha atención a los síntomas, ponerle fin y buscar ayuda si es necesario.
4.- Discusiones sin comunicación
Es cierto que todas las parejas discuten y es prácticamente imposible escapar de las discusiones cuando dos personas intentan construir una vida juntos. Sin embargo, los gritos, los reproches o los insultos no deben entrar dentro de ellas.
Esto se produce en parte por la subordinación de la que hemos hablado antes, cuando la parte dominante intenta quedar por encima del otro a base de levantar la voz, menospreciar a la otra persona o hacerla sentirse culpable.
Si esto es muy típico en tu relación y son incapaces de llegar a un acuerdo sin que el conflicto escale, existe un problema real. A veces nos enfadamos y decimos cosas de las que nos arrepentimos, pero es necesario mentalizarse de que este tipo de discusiones no llevarán a nada bueno e intentar reconducirlas a través de una comunicación sana.
5.- Pérdida de la autonomía
Hay muchas personas que dejan de lado todo para volcarse en una relación. Se puede llegar a dejar de lado a los amigos, a la familia, los gustos y prácticamente todo lo que define a esa persona. Se produce un aislamiento general del mundo para estar con la pareja.
No es necesario recalcar que antes de una relación cada persona tiene su vida y es importante no dejarla atrás al comenzar la relación. Tener planes y gustos es muy positivo para cada individuo y también lo es si se comparte con la persona amada. En las relaciones tóxicas esto existe en menor medida, ya que todo el placer suele pasar a través de otra persona.
Recuerda que es muy positivo que los dos tengan proyectos que los ayuden a crecer a nivel personal tanto individualmente como en pareja.
6.- Manipulación y posesión
Una de las características más habituales en un amor tóxico es el chantaje emocional y las manipulaciones. La persona se vuelve egoísta, no respeta al otro y aprovecha los sentimientos para manipular a su pareja, recurriendo a frases como “Si no haces esto significa que no me quieres” o “Si haces esto, se acabó la relación”.
Tampoco existe libertad en la relación cuando la parte controladora exige saber en cada momento dónde está el otro, qué hace o con quién está.
Todas estas actitudes crean una sensación de inseguridad y culpabilidad en la víctima y la coaccionan para cambiar y satisfacer a la otra parte. Si algo de esto te resulta familiar y pasa de forma habitual no debes ignorarlo. Una relación sana se basa en la confianza y el entendimiento, siendo cada integrante el primer interesado en la felicidad del otro.
7.- No existe la felicidad
Parece algo obvio, pero aun así no le prestamos la atención adecuada. El amor, a pesar de pasar por muchas fases y tener altibajos puntuales, no debe causar infelicidad constante en el día a día. Este punto se ignora por muchos motivos, puede ser la dependencia emocional o la falsa creencia de que el amor es dolor, pero no debes pasarlo por alto.
El amor no es sufrimiento y no existe una recompensa por aguantar el dolor. El único desenlace real para esta situación es un daño a tu persona a cambio de nada.
Consejos para abandonar una relación dañina
Pese a la dependencia y la adicción que produce, saber cómo superar una relación tóxica es posible, aquí te dejamos unos consejos.
Sé consciente del problema
El primer paso para salir de ello es aceptar que el problema existe y que es necesario afrontarlo. Si estás sufriendo y solo queda dependencia entre ustedes, tarde o temprano acabarán en una situación crítica de resentimiento. ¿Merece la pena llegar a ese punto? La respuesta es no. Si el amor lo supera todo, ¿por qué sientes que eres la única persona que se preocupa por la relación? Hazte preguntas que te ayuden a ver que es necesario poner un punto y final a algo que no trae lo que te mereces a tu vida.
No temas al cambio
Muchas personas tienen miedo al cambio y eso les paraliza y no les deja avanzar. Si te pasa esto, debes intentar verlo de otra manera: los cambios se producen continuamente y son totalmente necesarios para evolucionar. Al empezar una relación eras otra persona diferente a la que has terminado siendo. Ahora debes dar el paso para el siguiente cambio, salir de la relación tóxica.
Habla de forma clara sobre la ruptura
Normalmente las personas tóxicas no se toman bien una ruptura y por eso debes ser claro y directo. Si esperas a que la otra parte esté mal, existe el riesgo de caer en un círculo vicioso de culpabilidad y no terminar la relación. No entres en discusiones, reproches o debates sobre los problemas de la relación porque es más que probable que aparezcan las segundas oportunidades, las promesas falsas, el miedo y el arrepentimiento.
La vida después de una relación tóxica
Terminar con un amor dañino es muy posible que genere un estado de apatía, falta de fuerzas y ganas para seguir adelante. Tu autoestima estará tocada y en un primer momento, puede costarte más relacionarte con las personas de manera natural.
Recuerda que es Psycolocity tus relaciones de pareja pueden cambiar, y recuerda... Ser tu mejor versión es posible!